miércoles, 12 de septiembre de 2007

Joan López

Hoy, en el comedor del hospital, cuando estaba a punto de marcharme, le he visto, como otras veces, y he pensado de nuevo en que hace años - bastantes años - me dejó en una ocasión un libro. Entonces era un becario, creo recordar, y yo estaba desarrollando mi tesis doctoral. El que me prestase aquel libro fue una de las varias felices circunstancias que acabaron motivando que finalmente, en 1993, me decidiese a escribir un libro sobre hongos y religión.
Si logro algún día que alguna editorial publique mi novela, creo que debería iniciarla con un breve prefacio de agradecimientos. Es por eso que le he pedido que me recordase su nombre completo. Pues nada. A ver si hay suerte y algún día puede verse incluido en las primeras páginas de un bonito libro.

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